Mis memorias

Yo siempre tuve mucha suerte. Ya desde el inicio he de considerarme una persona muy afortunada. Mi óvulo, en su corta vida, se sincronizó  con mi espermatozoide y le concedió la oportunidad de ganar a millones de competidores, en el momento preciso en que a mi madre no le dolía la cabeza. Mi fortuna no…