El paraguas

Ayer tuvimos nuestra última discusión. Todo empezó por una tontería, como siempre últimamente. Paula miraba por la ventana y me dijo que llovía. Me puse detrás de ella, abrazándola y estrechándola contra mí, besándola el cuello y pronunciando las palabras inadecuadas:  – ¿Llover? Más bien chispea. Entonces empezó el sermón, que si siempre me llevas…

La silla

– Disculpa. ¿está libre la silla? – Libre. ¿Qué pasa? ¿Qué has visto que me he sentado aquí sola y has dicho: «Voy a entrarle a esa mujer tan atractiva, a ver si me la tiro»? ¿Es que en pleno siglo XXI una mujer no puede salir a tomar algo sola, sin que los hombres…